05/07/2021

Carlos Bravo Vega, ingeniero químico de la Universidad de los Andes con maestría en Ingeniería Biomédica de la misma universidad, es el tercer estudiante de doctorado que gradúa el grupo de investigación en Biología Matemática y Computacional (BIOMAC) del Departamento de Ingeniería Biomédica.

El egresado trabajó en la investigación titulada “Eco-epidemiología del accidente ofídico en Colombia”, bajo la dirección de los profesores Juan Manuel Cordovez (director del grupo de investigación) y Camila Rejifo. Su investigación consistió en el desarrollo de un modelo matemático capaz de entregar información sobre factores de riesgo espaciales y temporales asociados a las mordeduras de serpiente y que, a su vez, capaz de estimar los casos totales de envenenamientos. Este modelo se alimenta de información biológica de las serpientes venenosas, de datos demográficos de la población rural, de geolocalizaciones de avistamientos de serpientes venenosas y de ubicaciones de hospitales. Gracias a este trabajo se pudo entender que en Colombia las lluvias generan temporadas de mayor riesgo de envenenamiento en la Costa Caribe y en los Llanos Orientales, pero en el Pacífico y la Región Andina esta relación no es tan fuerte. Además, se estimó que el 15% de los casos totales de mordeduras en el país, (aproximadamente 800 casos anuales) NO reciben atención médica y por ende no se reportan (en esta población que no reciben tratamiento, la mortalidad y las posibilidades de discapacidades crónicas aumentan drásticamente).

Con base en este modelo, ahora se están desarrollando modelos de distribución del suero antiofídico para lograr tener una herramienta, que pueda ser aplicada no sólo en Colombia sino en todos los países tropicales que sufren del mismo problema. Que, además, permitan optimizar el manejo que se le da a las mordeduras (distribución del suero antiofídico, detección de poblaciones en alto riesgo y vulnerables a este evento, proyecciones con cambio climático), par así poder usar de la mejor forma los escasos recursos que existen para reducir la carga de esta problemática en la población campesina.

Con su investigación, Carlos Bravo obtuvo el primer puesto a mejor poster en la conferencia The International Society for Ecological Modelling Global Conference en Salzburgo, Austria y el tercer puesto a la mejor ponencia oral en el IV Congreso Colombiano de Zoología, realizado en Cartagena.

“En el grupo de investigación BIOMAC aprendí no solo a ser un excelente investigador, a encontrar preguntas de investigación pertinentes en múltiples temas, o a aplicar herramientas de última generación para mediante el método científico colaborar de manera confiable al conocimiento actual, sino que también me enseñó a no dejar de ser un humano sensible, y a gozarme la vida y mi carrera. De la alegría, de haber trabajado en un entorno totalmente tranquilo basado en la confianza de Juan Cordovez, puedo asegurar que es totalmente posible sentirse completo haciendo investigación en Colombia”, dice Carlos Bravo.

Actualmente, Carlos Bravo colabora con la publicación de un libro nacional sobre serpientes venenosas y recopilando información para sacar un libro de serpientes venenosas y estudios epidemiológicos en el Carmen de Apicalá.  Además, se desempeña como investigador post-doctoral en el Departamento de Ingeniería Biomédica Uniandes, dictando varios cursos y trabajando en diferentes proyectos como la creación de modelos predictivos de enfermedades respiratorias infecciosas usando como caso de estudio el COVID-19 y el estudio de las dinámicas del dengue y qué variables climáticas pueden ser consideradas de riesgo a escala macro y micro.