Un equipo conformado por Ingenieros Biomédicos y Médicos uniandinos participó y ganó el segundo puesto en el programa internacional de innovación biomédica en el 10 dollar challenge de la Fundación Lundbeck. El objetivo del programa, inspirado por el ecosistema de innovación de Silicon Valley, es fomentar el pensamiento No lineal, aplicado tradicionalmente a soluciones a problemas de la salud en el que retan a los participantes a proponer una solución que cueste menos de $10 y afecte a un billón de personas alrededor del mundo.
Cada equipo participante debió identificar un problema de salud mundial y desarrollar una solución pertinente, ideando un prototipo y una estrategia de comunicación y de distribución que no sobrepasara el costo de los diez dólares. Los uniandinos inicialmente escogieron resolver la problemática: encontrar un método de reducir la deficiencia de micronutrientes en mujeres embarazadas y en recién nacidos, para prevenir problemas futuros de desarrollo y crecimiento. Como población inicial, identificaron la Guajira.
Durante la mayoría del desarrollo del proyecto, propusieron una solución que se pueda aplicar a cualquier entorno a nivel mundial, típicamente en situaciones de pobreza. La solución es un método para mapear la comunidad al inicio, entender que otros programas se han utilizado, identificar las deficiencias de nutrientes e identificar los productos que se pueden obtener y cultivar localmente. También, identificar los lideres de la comunidad que pueden ayudar a implementar la solución, producir alimentos o suplementos nutritivos y medir el impacto de la nueva propuesta.
Dada la contingencia de la llegada del COVID-19 y la imposibilidad de viajar a la Guajira para adelantar el proyecto, el equipo decidió ‘pivotear’ y escogió antes de la presentación final, un nuevo reto: cómo promover la interacción humana minimizando el riesgo de contagio de Coronavirus, diseñando elementos de protección personal, que utilicen materiales reutilizables y fácilmente disponibles para ciudadanos sanos que están volviendo a la circulación reducida. La solución propuesta fue el casco ESCUDA; el cual, tiene un diseño novedoso que permite una mejor interacción entre usuarios, mayor comodidad y con los aspectos de seguridad requeridos.
Los estudiantes uniandinos participaron virtualmente, los demás estudiantes trabajaron localmente en Palo Alto, California. El equipo estuvo conformado por Fernando García, egresado de maestría en Ingeniería Biomédica; Angie Henríquez, estudiante de maestría en Ingeniería Biomédica; Natalia Suarez, estudiante de doctorado en Ingeniería; Nicolle Wagner, egresada de Ingeniería Biomédica y estudiante de Medicina; Juan Pablo Espinosa, estudiante de Medicina. David Bigio, profesor de Ingeniería Biomédica y Daniel Ramírez, vicepresidente de búsqueda y asociación tecnológica del Laboratorio de Innovación LEO, fueron los mentores del equipo.